Tratamiento radiofrecuencia corporal

Radiofrecuencia para reducir la celulitis y definir el abdomen

La radiofrecuencia es una técnica no invasiva que transforma la energía en calor interno para estimular la reacción de los elementos contenidos en la piel. Esta energía aumenta la producción de colágeno y elastina, lo que se traduce en una mejora inmediata de la luminosidad y suavidad de la piel. Ayudando también a la quema de grasa localizada en el abdomen o a reducir la celulitis.

PRECIO
POR SESIÓN Y ZONA
15.00 €
Imagen: Consigue unas piernas perfectas gracias a las sesiones de radiofrecuencia corporal

¿En qué consiste el tratamiento?¿Cómo se elimina la grasa localizada?

La radiofrecuencia es un tratamiento seguro y eficaz para la reducción de la grasa localizada y la remodelación corporal. Durante el tratamiento se aplica una capa de gel para proteger la piel y dirigir la energía de forma precisa a la zona a tratar. Esta energía calienta la grasa subcutánea, lo que provoca una reacción en el tejido subcutáneo, estimulando la producción de colágeno y elastina. Esta reacción favorece la eliminación de la grasa localizada, mejorando la textura y tono de la piel.

Reafirma tus glúteos y define tus piernas eliminando la celulitis

La radiofrecuencia es una excelente opción para eliminar la celulitis y la grasa localizada en la zona de las piernas. Se ha demostrado como un método efectivo en la reducción de la celulitis y la grasa localizada en la zona de las piernas.

La celulitis es una condición común en la que la piel se vuelve áspera, gruesa y deformada. Aparece como una fluctuación en la piel, principalmente en las áreas de los muslos, el abdomen y los glúteos. Hay varias razones por las cuales podemos tener celulitis. Estas incluyen una alimentación pobre, una dieta baja en nutrientes, desequilibrios hormonales… pero con la radiofrecuencia podemos tratarla.

La radiofrecuencia requiere un mínimo de seis sesiones con un intervalo de quince días entre cada una. Los resultados se pueden notar inmediatamente y pueden durar hasta dos años después de la última sesión.